["No hablo yo de fantasmas, ni de Dios...
soló te cuento las cosas que se te suelen perder."]

domingo, 4 de enero de 2009

Toda lucidez es premonitoria

Mientras miraba el documental "Gonzo, vida y obra del Dr. Hunter S. Thompson" (Alex Gibney, 2007) me sorprendió la lucidez de su pluma. Nadie como el pudo advertir el fin del sueño dorado de los 60s de manera tan aguda y adelantada (en "Pánico y miedo en las Vegas" de 1967), o el fin del sueño americano en los 70s con sus artículos sobre la política estadounidense y el triunfo de Nixon, o su mas reciente observación sobre los atentados del 11 de septiembre, cuando esa misma mañana Thompson escribió una columna que vaticinaba lo siguiente: "No se confundan, estamos en guerra. Será una guerra religiosa, una especie de Jihad cristiana." (...) "Castigaremos a alguien por esto, Irak, Afganistán o Pakistán. No se cual de los 3 será, o quizás sean los 3." (...) "Bush declara una emergencia de seguridad nacional y les caerá duro a todos, sin importar donde vivan o porque".
Y creo que la palabra que utilice anteriormente, "advertir", es la palabra correcta. Pues no es una mera adivinación, o completo azar, es la mente humana trabajando, pensando no por el mero hecho físico de hacerlo (ya que eso lo hacemos todos todo el tiempo), sino pensar como actitud superadora, pensar como una actitud frente a la vida, pensar para un progreso (ya sea individual o colectivo), para conocer mas y mas, para ampliar la capacidad de análisis...
Es lucidez, la misma que ha tenido Julio Verne desde la ficción, Naomi Klein y Noam Chomsky desde el periodismo, y así infinidad de pensadores o escritores.
Definir a un escritor como antes los mencionados solo como premonitorios, o calificar a sus textos como premoniciones es rebajarlos, subestimarlos, reducirlos... Eso sirve solo para titular fugaz de un noticiero “berreta”.
Es un insulto a su inteligencia, su sagacidad, a su obra toda.
No son videntes, ni han acertado un número en la lotería, es gente con gran despliegue y elegancia intelectual, son aquellos realmente preparados y que da gusto oír, leer o lo que sea...
Son aquellas personas que en tiempos donde la opinión de cualquiera es legitimada y masificada a través de los medios y donde la información es descartable y vacía (lo que un día es terrible, al otro ya desapareció), hoy mas que nunca hay que respetar y valorar la profundidad de estos pensadores, valorar su lucidez...
Porque toda lucidez es premonitoria.

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